En cierto modo, 1977 ya es casi historia antigua, cuando un imitador inglés de Buddy Holly, flaco, con los dientes separados y tocando el Fender formó una banda, la llamó Attractions y se atrevió a ponerse el nombre del Rey del Rock & Roll.

Al principio, Elvis Costello parecía formar parte de la picardía y audacia del punk, su música hilaba agresividad en riffs cortantes con letras que se convirtieron en eslóganes de la temporada. «Ya no estoy enfadado», afirmó con los dientes apretados. «Todo», acusó, «significa menos que cero». «Mi objetivo», prometió en el título de su álbum de debut, «es la verdad».