Hay grupos que están a punto de rockear, y grupos que simplemente, rockean. Los hay que se preparan y se acicalan hasta que cada acorde de energía está en su punto, y los hay que se encienden instintivamente -sin miedo- con una generosidad de espíritu que no se desvanece con el tiempo.

Los Small Faces y los Faces son los reyes de esta última categoría, dos bandas que forman las mitades distintas de un improbable continuo, una línea temporal compartida que el escritor David Fricke describe acertadamente como una de las «segundas llegadas más improbables del rock & roll».