Los Eagles se elevaron sobre el cambiante paisaje estadounidense de los setenta, plasmando las costumbres sociales de aquellos años de altos vuelos en canciones agudamente observadas que todo el mundo llegó a saberse de memoria.

En su huida a través de una década que definieron con tanta autoridad como cualquier banda, los Eagles reflejaron los grandes cambios que se estaban produciendo en la sociedad. Empezaron como inocentes de ojos abiertos con un pedigrí de country-rock y acabaron como proveedores de álbumes grandiosos y de temática oscura que narraban un mundo de excesos y seducción que había empezado a girar seriamente fuera de control.