Es poco frecuente combinar el éxito general con la sustancia musical. Hacerlo defendiendo ferozmente los principios personales -hasta el punto de librar una guerra pública con tu compañía discográfica- es más raro. Hacerlo durante veinticinco años es sencillamente extraordinario.

Una reacción habitual a la noticia de que Tom Petty y los Heartbreakers van a entrar en el Rock & Roll Hall of Fame ha sido: «Son un gran grupo, pero ¿no son demasiado jóvenes para entrar?». Resulta chocante darse cuenta de que han pasado veinticinco años desde «Breakdown» y «American Girl». Petty y los Heartbreakers nunca se han detenido lo suficiente como para mirar atrás. Ganan nuevos públicos con cada disco que graban.