Bad Company, el supergrupo por excelencia del hard rock, contaba con algunos de los músicos más cualificados del rock & roll de los 70 y producía un éxito tras otro.
Los Black Crowes revitalizaron la unión del hard rock y el blues sureño conmovedor, llevando la antorcha del rock clásico en un paisaje musical en constante cambio.
El registro vocal de cinco octavas de Mariah Carey, sus revolucionarios riffs y ejecuciones, y su extraordinaria capacidad para componer canciones cambiaron el panorama de la música pop a principios del siglo XXI.
«El Giro». «El Pony». «Limbo Rock». El rey indiscutible de las modas de baile de los 60 aprovechó la explosión mundial de la cultura juvenil en los primeros años del rock & roll.
El verdadero genio de Joe Cocker residía en su rara habilidad para tomar la música de otro y utilizar su voz cruda y poderosa para hacerla exclusivamente suya.
Billy Idol, junto con el guitarrista Steve Stevens, ayudó a inaugurar la era de los vídeos musicales con un sonido distintivo y un aspecto icónico que se mantuvieron fieles a sus raíces punk rock.
Joy Division y New Order: la extraordinaria historia de unos músicos innovadores que crearon algo revolucionario y enormemente influyente, no una, sino dos veces.
Con su voz inconfundible, su estilo rebelde y su habilidad para componer canciones, Cyndi Lauper animó a oleadas de futuros artistas a actuar como su yo único e inusual.
Outkast redefinió el hip-hop con su sonido que mezclaba géneros y su incesante innovación, demostrando que el «Sucio Sur» podía competir con las antiguas escenas de la Costa Este y Oeste del rap.